Rutinas diarias para cuidar tus pies
Atención a estos cuidados básicos para los pies.
Tener unos pies bonitos y cuidados es sencillo, pero requiere dedicarles el tiempo necesario e incluir rutinas y tratamientos específicos en tu día a día. En este artículo te damos una serie de ideas, consejos y cuidados básicos para los pies.
Los pies, en ocasiones, son los grandes olvidados en los cuidados del cuerpo y debemos mantenerlos sanos durante todo el año. Hay que tener en cuenta nos movemos gracias a ellos y soportan una gran carga todos los días (y no nos referimos al peso del cuerpo).
En invierno utilizamos calzado cerrado y los pies no se ven, en muchas ocasiones los descuidamos un poco y necesitamos darles más mimo cuando llega el verano.
Hay muchos cuidados específicos para los pies, a continuación te damos una serie de pautas importantes para cuidar tus pies.
LAVA LOS PIES A DIARIO
Puede parecer una obviedad, pero deberíamos lavarlos con jabón a diario, preferiblemente neutro, no basta con el agua que cae cuando nos duchamos.
PIES SECOS
Tan o más importante que lavar los pies es dedicar tiempo a secarlos totalmente. Es uno de los cuidados básicos diarios. Presta especial atención en secar la zona entre los dedos porque la humedad y el calor son una fuente de propagación de bacterias y hongos.
Cambia tus calcetines y zapatos si se mojan. También cambia con frecuencia de calcetines si tienes un exceso de sudoración en los pies.
EXFOLIA TUS PIES
Eliminar las células muertas, las callosidades o las durezas también es importante. Te recomendamos visitar al podólogo y hacer un tratamiento de quiropodia una vez al año.
Para el tratamiento en casa a diario puedes utilizar una piedra pómez tras haber tenido los pies en agua tibia durante un tiempo o tras la ducha, aunque también se puede utilizar en seco. También puedes utilizar un exfoliante en crema para eliminar las células muertas. Si quieres hidratar y exfoliar a la vez puedes optar por una receta casera fabricada con aceite corporal y azúcar.
HIDRATA LOS PIES
Incorpora a tu rutina diaria un hidratado de pies con crema corporal o con una específica para esta parte del cuerpo. Realiza el proceso cuando tengas tiempo suficiente para la absorción de la crema, nunca te pongas los zapatos justo tras una hidratación.
Evita estas cremas en las zonas entre los dedos porque pueden provocar que proliferen las bacterias por el exceso de humedad.
CUIDA TUS UÑAS
El corte de las uñas es otro de los cuidados básicos de los pies y se tiene que seguir una serie de pautas importantes. El corte debe ser recto, no redondeado, pero siguiendo la forma del dedo y sin cortar las puntas.
MASAJEA TUS PIES
Es un acto beneficioso porque activa la circulación, disminuye la fatiga y la ansiedad y relaja (incluso es beneficioso para conciliar el sueño).
Para el masaje bastará con unos minutos y puedes hacerlo con los dedos de las manos, con aparatos específicos o incluso rodando una pelota de tenis en el suelo.
PROTEGE TUS PIES
Atención al sol. Si, los pies también deben de protegerse de los rayos ultravioletas, por lo tanto, también necesitarán de crema protectora si te expones mucho tiempo. Además, recuerda quitarte las chanclas o el calzado para que no queden marcas.
Cuidado con el frío. Evita los cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, cuando tienes los pies fríos no los pongas directamente sobre una fuente de calor extrema como una estufa. Los pies, como cualquier parte del cuerpo, tiene que ir recuperando la temperatura de forma gradual.
En invierno procura mantener tus pies abrigados y aislados del agua y la humedad. En verano procura no utilizar continuamente calzado cerrado y deja que el pie respire.
Recuerda utilizar chanclas en duchas de instalaciones deportivas y piscinas.
ELIGE UN BUEN CALZADO
Elegir un buen calzado es uno de los puntos más importantes para mantener tus pies sanos. En los puntos anteriores hemos visto aspectos importantes y cuidados básicos para tus pies, pero también es importante elegir un buen zapato para mujer, tanto de uso diario como de novia o de fiesta.
Siempre que sea posible utiliza zapatos hechos con materiales naturales (como la piel) dado que permiten una mayor transpiración y son más flexibles. También es importante escoger un buen calcetín de fibras naturales como el algodón o la lana.
Evita utilizar el mismo zapato dos días seguidos. Hay que dejar que el zapato se seque completamente por higiene y para que la piel recobre su forma.
Intenta comprar o probarte los zapatos por la tarde, es cuando el pie está más hinchado por el paso del día. Siente los zapatos cómodos desde el primer momento, flexibles y que permitan el movimiento de los dedos. No compres zapatos esperando a que cedan por ser de piel.
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